
Los metaversos conocidos también como mundos virtuales 3D, han ganado protagonismo para ser simuladores de entornos de la realidad que permiten a una comunidad interactuar entre sí, a través de personajes conocidos como Avatar (representación de una persona real en el mundo virtual) y el uso de objetos.

El concepto fue desarrollado en la novela de ciencia ficción Snow Crash de Neal Stephenson. Sin embargo, si bien la idea de un metaverso alguna vez fue ficción, ahora parece que podría ser una realidad en el futuro.
El metaverso estará impulsado por la realidad aumentada, y cada usuario controlará un personaje o avatar. Por ejemplo, puedes tomar una reunión de realidad mixta con un visor de realidad virtual Oculus en tu oficina virtual, terminar el trabajo y relajarte en un juego basado en blockchain, luego administrar tu portafolio cripto y finanzas todo dentro del metaverso.
Actualmente se puede ver algunos aspectos del metaverso en los mundos de videojuegos virtuales existentes. Juegos como Second Life y Fortnite o herramientas de socialización laboral como Gather.town reúnen múltiples elementos de nuestras vidas en mundos en línea. Si bien estas aplicaciones no son el metaverso, son algo similares.
Además de admitir juegos o redes sociales, el metaverso combinará economías, identidad digital, gobernanza descentralizada y otras aplicaciones. Incluso hoy en día, la creación de usuarios y la propiedad de artículos valiosos y monedas ayudan a desarrollar un metaverso único y unido. Todas estas características brindan a la blockchain el potencial para impulsar esta tecnología futura.


El metaverso es un ambiente flexible, dinámico y lúdico, que incrementa la motivación en el trabajo colaborativo, refleja la posibilidad de interactuar y aprender al ritmo de cada estudiante, incrementará el interes por el cumplimiento de actividades.
Jorge Armijos C.